El Cadejos
El Cadejos es un perro fantasmal, protector de los borrachos y los vagabundos en las noches. Hay dos versiones del Cadejos: uno blanco, considerado benévolo, y otro negro, asociado con el mal. El Cadejos blanco cuida de quienes regresan tarde a casa y los protege de otros espíritus, mientras que el negro persigue a los que han hecho cosas malas o a quienes caminan solos a altas horas de la noche.
La Tulevieja
Esta es la historia de una mujer que quedó embarazada fuera del matrimonio y, tras dar a luz, arrojó a su hijo a un río. Como castigo, fue transformada en una figura horrenda con alas, pies de gallina y rostro triste. Su espíritu vaga por ríos y lagunas, buscando a su hijo perdido y lamentando su destino. Se dice que su presencia trae malos augurios a quienes la ven.
La Segua
La Segua es una mujer hermosa que aparece en los caminos solitarios de Costa Rica, principalmente a los hombres infieles o trasnochados. Cuando uno de ellos se ofrece a llevarla, ella se sube al caballo o carro y, al poco tiempo, su rostro se transforma en una calavera espantosa. El susto es tan grande que algunos han perdido la cordura tras verla.
El Padre sin Cabeza
Esta leyenda habla de un sacerdote que, por haber cometido pecados graves, fue condenado a vagar por la eternidad sin cabeza. Aparece en caminos solitarios, especialmente cerca de antiguas iglesias o cementerios. Los relatos cuentan que el Padre sin Cabeza lleva consigo una cadena que arrastra, y su aparición causa terror en quienes lo encuentran.
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